Hace unas semanas, os comentaba las contraprestaciones económicas que recibirán las potencias occidentales implicadas en la liberación de Libia del régimen de Gaddafi.
Si hay un claro ejemplo de que la guerra y la participación de países como los Estados Unidos o el Reino Unido en conflictos armados están motivados por un claro interés económico, ese es el de Irak.
Una de las claves por las que Sadam Husein invadió Kuwait en 1990 era la política de sobreproducción petrolífera del pequeño reino. Ello provocaba un bajo precio del petróleo, principal fuente de ingresos de ambos países. Por entonces Irak estaba pagando más de 3000 millones de dólares de intereses anuales de la tremenda deuda externa contraída a raíz de la cruenta guerra con Iran de 1980 a 1988. Un crudo barato asfixiaba la economía de Irak al límite.
Estados Unidos era por entonces y es el principal consumidor de petróleo mundial. Aunque Kuwait no es el más importante exportador de petróleo, sí tiene una gran importancia geoestratégica. Además, el conflicto provocado por Sadam Husein creaba una gran inestabilidad en la zona y representaba un peligro para Arabia Saudi, el mayor exportador mundial y principal importador de crudo de los Estados Unidos junto a Canada.
Con el derrocamiento del régimen de Sadam Hussein tras la invasión de Irak en 2003, Estados Unidos logró posicionarse en el país Arabe y asegurarse el suministro de petróleo para el futuro. Conviene tener en cuenta que Irak es el 4º país con mayores reservas de petróleo comprobadastras Arabia Saudi, Canadá e Irán. Kuwait es el 5º.
Como observamos, Irán es el único país del top-5 en reservas mundiales que no forma parte del «club de amigos de los EEUU». Irán era el mayor productor de petróleo de la OPEC tras Arabia Saudi, algo que ha sido así desde finales de los ’80. Pero según informó la semana pasada la Agencia Internacional de la Energia, Irak, con más de 3 millones de barriles diarios ha logrado superar a Irán el pasado mes de julio.
Además del aumento progresivo de la capacidad de extracción de Irak, la noticia anterior es consecuencia de las sanciones y el embargo impuesto contra el régimen de Teheran. Irán, antiguo aliado de los Estados Unidos, hoy es enemigo declarado y al mismo tiempo una de las «gasolineras» más importante de China.
El gigante asiático es el gran rival económico de los Estados Unidos; un rival incómodo con el que libra una nueva forma de guerra: La económica. Mientras China ejerce su poder con sus exportaciones de otros productos y la compra de deuda soberana de los Estados Unidos, el país norteamericano busca el control del principal recurso energético mundial y clave para el crecimiento de China, que ve como sus necesidades energéticas crecen día a día.
Como vemos, geoestrategia en estado puro. De todos modos, aunque las formas de enfrentarse las grandes potencias han cambiado, sustituyendo el campo de batalla por el parket de Wall Street o la City londinense, el motivo que suscitan dichas guerras es tan viejo como la humanidad: el control de los recursos.
El Lince Analista