(Fecha publicación: 25 de noviembre de 2025)
En mi columna anterior, «Así no, Europa. Cuando el dinero se diluye entre retrasos y sobrecostes» terminábamos hablando del programa FCAS como ejemplo de la parálisis europea cuando hablamos de grandes programas de defensa transnacionales. Justo a los pocos días después de publicarla, El Financial Times revelaba que París y Berlín ya no garantizan la continuidad del avión tripulado del FCAS, centro de las disputas entre Dassault y Airbus. Si el New Generation Fighter (NGF) se congela, el programa perdería su razón de ser: nació para construir un caza tripulado de sexta generación y todo lo demás era la arquitectura de apoyo.
La noticia del FT certifica que el bloqueo político que paraliza el programa desde su inicio —¡en 2018!— ha pasado de crónico a cuasi definitivo. Francia reclama el liderazgo completo del NGF a través de Dassault Aviation; Alemania exige un reparto equilibrado con Airbus Defence & Space; España es una simple comparsa que ni pincha ni corta como se diría.
Al parecer, las ultimas reuniones se centran en maquillar el divorcio salvando la única parte del programa que parece avanzar, el “combat cloud”, la nube de combate: una arquitectura de datos pensada para conectar el elemento de discordia, el NGF, junto a los Rafale y Eurofighter modernizados, aviones cisterna, AEW, satélites, sistemas navales y, como no, drones de todo tipo. Sin desdeñar que es un elemento importante, no puede suplir la ausencia de un nuevo caza de última generación. La nube de combate se diseñó para integrar plataformas actuales, pero sobre todo futuras; no puede sostener el programa por sí sola.
Para colmo, el proyecto que estaba llamado a fabricar el caza europeo más avanzado de la historia, ahora queda como el menos plausible comparado con el resto de alternativas. El GCAP —programa liderado por Reino Unido, Italia y Japón— ya trabaja con un calendario propio y un demostrador previsto para esta década. En Turquía, el caza TAI Kaan ya ha completado sus primeros vuelos y busca socios. Del resto del mundo, mejor no hablar; las comparaciones serían aún más hirientes, sobre todo con Estados Unidos e incluso China.
España es una simple pasajera que aporta fondos, participa en los equipos de arquitectura y sensores, pero no tiene influencia alguna en la decisión fundamental. Si Francia y Alemania «matan» el NGF, no habrá margen para un papel español relevante en un futuro caza de nueva generación durante las próximas décadas.
El interrogante final es si hay futuro para el FCAS sin su elemento principal: el caza tripulado. Mi opinión es que no. Francia y Alemania pueden prolongar la negociación, pero el desenlace debe estrecharse a dos opciones: acuerdo o ruptura. Todo lo demás será aplazar lo inevitable.
Mr. Lynx
Sobre el autor, licencia, derechos de autor y nota.
- Cualquier opinión o punto de vista aqui expresado es personal y pertenece únicamente a mi persona, no representando necesariamente los de las personas, instituciones u organizaciones con las que pueda o no estar asociado profesional o personalmente, salvo que se indique explícitamente. Además, ninguna de las opiniones expresadas tiene la intención de dañar a ninguna religión, grupo étnico, club, organización, empresa o individuo.
- Mr. Lynx es un seudónimo bajo el cual Félix Iturbide comparte su conocimiento, análisis y opiniones. Para consultas, colaboraciones o cualquier comentario, puede contactarme en: buzon@felixiturbide.com
- Este contenido se publica bajo la licencia Creative Commons Attributton-Nonconnexotal-NoDersvatives 40 International (CC BY-NOND 4). Esto significa que puedes compartir y redistribuir el contenido siempre que: a) Se reconozca y cite la autoría original, b) No se utilice para fines comerciales y c) No se creen obras derivadas basadas en este contenido.
