LOS HOMBRES Y MUJERES DEL SECRETARIO GATES

El pasado 30 de junio se despidió de su cargo como secretario de Defensa, Robert M. Gates, un hombre al que bien podría ponerse a la altura de otros ilustres antecesores como Robert McNamara. Además le une a este último el hecho de haber servido para dos presidentes de los Estados Unidos. La particularidad «especial» de Robert Gates es que lo ha hecho para dos administraciones diferentes, algo que otorga más mérito si cabe a sus más que intensos cuatro años años al frente del Pentágono.

Fue nombrado Secretario de Defensa a finales de 2006, tras la dimisión de Donald Rumsfeld, a propuesta del presidente George W. Bush quien necesitaba un hombre de consenso, tras los fracasos estratégicos continuos en Irak. Dos años después, con la llegada de Barack Obama a la presidencia, éste decidió reconfirmarle como secretario de Defensa para su Administración.

En el homenaje  de despedida realizado en el Pentágono el pasado 30 de junio, el secretario Gates agradeció a ambos presidentes haber contado con él, mientras que el presidente Obama elogió el bipartidismo de Gates, y le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, el premio más importante que un presidente puede otorgar a un civil.

Pero ¿Quienes han sido los hombres en los que se ha apoyado Robert Gates para dirigir la maquinaria militar más poderosa del planeta?

General del Cuerpo de Marines Peter Pace. Fue quien le enseñó a Gates todos los «entresijos» del Pentagono y como llevar las riendas en el dia a dia del edificio que rije el «músculo» estadounidense ya que por entonces era el Jefe del Estado Mayor Conjunto de Defensa.

Almirante Mike Mullen de la US Navy. Actual Jefe de la Junta de Jefes del Estado Mayor y sin duda su más estrecho colaborador durante estos años. No siempre han estado de acuerdo, pero quizás por ello su eficacia como equipo ha sido tan fuerte. Una vez se tomaba una decisión, la firmeza y lealtad estaba ante todo.

En el discurso de despedida Robert Gates quiso destacar el gran equipo existente en el departamento cuando él llegó, y el gran equipo que llegó de mano de la administración Obama, agradeciendo a los funcionarios políticos la profesionalidad y el rigor demostrado durante la transición entre la administración Bush y Obama anteponiendo siempre el beneficio del país y el buen funcionamiento de la institución.

Como veis he hablado también de «las mujeres» del secretario Gates y es que éste hizo hincapié en el hecho que cuando comenzó su carrera en el servicio público en 1966, dijo que los Secretarios de Estado (*1) y de Defensa casi no hablaban entre sí. Hay que tener en cuando que son dos secretarías muy poderosas, luchan por su parte del presupuesto, etc. En cambio en el mundo gobal de hoy en día las cosas son muy diferentes y ambas deben trabajar estrechamente.

En este caso, Robert Gates ha compartido muchas horas de reuniones con dos «damas de hierro a la americana» aunque diferentes entre sí… Condoleezza Rice y Hillary R. Clinton, a las que Gates califica como «mujeres formidables, grandes colegas y buenas amigas«. Aquí lo curioso, es que quizás ha sido con Hillary Clinton (*2), a quien no conocía previamente, con quien ha formado mejor «pareja». Gran parte de los éxitos de Barack Obama en política exterior de los últimos meses se ha debido al trabajo de Hillary y Gates.

¿Y ahora qué?

Pues llega a quien yo suelo llamar como «el sastre»… Leon Panetta. Hasta ahora, director de la CIA. ¿Porque «el sastre»? Muy simple. Porque se parece a un tío mío que es sastre XD y porque va a ser el encargado de sacar la tijera y aplicar los recortes de una administración asfixiada económicamente. No olvidemos que el Departamento de Defensa se lleva el 20% del presupuesto Federal de los EEUU.

Pero cuidado, que este es un «sastre» de los buenos. De hecho equilibrar presupuestos es su especialidad. La sorpresa fue nombrarle Director de la CIA y no lo ha hecho nada mal y su experiencia en el mundo de la inteligencia no le irá nada mal en un departamento donde deberá decidir sobre programas decisivos para la seguridad de la propia nación y la proyección estratégica de su potencia militar en el exterior.

Del nombramiento del «supergeneral» Patraeus como director de la CIA ya hablaremos otro dia.

El Lince Analista