(Fecha publicación: 15 de diciembre de 2025)

El Reino Unido ha presentado Atlantic Bastion como un nuevo programa con el que transformar su vigilancia submarina en el Atlántico Norte y defenderse de la amenaza que representan los submarinos rusos. Como de costumbre, el anuncio se ha realizado con la pomposidad habitual de los hijos de Albión.

«Groundbreaking programme»

«A transformation of the Royal Navy»

«Places the UK at the forefront of a technological revolution»

«World-leading programme»

«Pioneering new era of maritime warfare»

«Positioning Britain as the global leader in autonomous naval warfare»

Estos son solo algunos de los extractos literales de la nota de prensa emitida por el Ministerio de Defensa del Reino Unido.

Atlantic Bastion combinará las nuevas fragatas antisubmarinas Type 26, los aviones de patrulla marítima Boeing P-8 Poseidon y el elemento más llamativo, el planeador submarino no tripulado SG-1 Fathom, un vehículo diseñado para patrullas largas equipado con sensores acústicos que utilizan inteligencia artificial a fin de detectar posibles amenazas. La idea consiste en desplegar decenas -o incluso cientos- de estos aparatos para cubrir amplias zonas del Atlántico.

La nota de prensa concluye indicando que «Atlantic Bastion muestra cómo el Reino Unido es pionero en la transformación de la guerra naval híbrida, un sector valorado en 350 000 millones de libras a nivel mundial y que podría crear miles de empleos cualificados en el Reino Unido».

A partir de este punto es cuando le toca a Mr. Lynx contaros las verdades del barquero -nunca mejor dicho hablando de la Royal Navy-.

Para empezar, la inversión realizada hasta la fecha, entre el Ministerio de Defensa y los socios tecnológicos seleccionados, alcanza los catorce millones de libras. Para daros una magnitud de lo ridícula que representa esta inversión respecto a las expectativas estratégicas anunciadas, os diré que el coste de un helicóptero antisubmarino Agusta Westland AW159 Wildcat se sitúa entre los 26 y los 32 millones de libras. Por unidad. Prácticamente el doble.

Según el propio comunicado, se habla de una capacidad inicial que podría alcanzarse el próximo año «si las pruebas salen bien». Se entiende que se refieren al elemento novedoso, el UUV (unmanned underwater vehicle) SG-1 Fathom. Desarrollado por la start up alemana Helsing, creada en 2021 y cuyo número de empleados a nivel mundial no alcanza el millar, incluyendo empresas subsidiarias. El SG-1 fue presentado el pasado mes de mayo junto a Lora, su sistema de IA y «cebrero» del Fathom. Mide unos 2 metros y tiene una masa de 60 kg aprox. Aún se encuentra en fase experimental.

En lo que se refiere a las fragatas antisubmarinas Type 26, la Royal Navy tiene previsto contar con una flota de ocho unidades. Hasta la fecha, solo dos se han botado y otras tres se encuentran en diferentes fases de construcción. La primera unidad, HMS Glasgow, empezará sus pruebas en mar en 2026 y no estará operativa antes de 2028. Mientras tanto, las fragatas Type 23 que siguen en activo (seis más una en proceso de modernización), todas ellas construidas en los años 90 (!), deberán seguir llevando el peso de la defensa antisubmarina en la Royal Navy.

El tercer elemento principal de programa, el avión de patrulla marítima Boeing P-8 Poseidon, designado MRA1 en la RAF, es el único medio completamente operativo a día de hoy, con nueve aparatos en servicio desde 2022.

Con estos datos sobre la mesa, la única novedad que aporta Atlantic Bastion es la adquisición de cientos de mini drones submarinos de una start up alemana que cuenta con apenas unos cientos de trabajadores en suelo británico para el desarrollo y fabricación de este pequeño UUV que aún está en pruebas. Las fragatas Type 26 ya estaban previstas y en construcción antes del anuncio del programa, cuya flota no estará al completo antes de 2035. Los aviones antisubmarinos son los únicos elementos en servicio activo a día de hoy.

Podría extenderme más analizando los límites técnicos y las dificultades que representa detectar la última generación de submarinos rusos en aguas del Atlántico Norte. También podría referirme al lamentable estado de operatividad de la flota de submarinos nucleares británicos, tanto de ataque como estratégicos, pero ya llevo demasiadas verdades del barquero para una sola columna. Mejor lo dejamos para la siguiente.

Mr. Lynx

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